ANDRÉS, NORMA ARACELI Y OTROS
Con Sal y Limón
Luis Armando Fuentes Valencia
Las campañas realmente, terminaron con el tercer debate presidencial, eso lo hemos sostenido, pero formalmente el tiempo para el proselitismo de los candidatos, llega a su fin. Este fin de semana habrá en Comala cierres formales de campaña y es un buen momento para realizar un balance.
El que junta estas letras cree que ya prácticamente todos los comaltecos hemos decidido a quienes entregaremos nuestra confianza, nuestros votos y por supuesto, nuestro mandato.
Hemos dicho que algunas elecciones ya se encuentran definidas: Todos sabemos que la presidencial marca como seguro ganador a Andrés Manuel López Obrador, con el júbilo de una inmensa mayoría de mexicanos y el pesar de unos cuantos. En Comala, también obtendrá una mayoría arrolladora. Ya nadie quiere votar por el PRI y muy pocos se atreven a expresar su identificación con los azulejos. Y para las elecciones locales esas preferencias no varían sensiblemente.
Las senadurías no se definirán a favor de verdes y tricolores, eso es un hecho, pero falta ver si los morenos ganan los dos escaños, o van a corresponder a los frentistas, aunque Comala influirá marginalmente en esa elección., Lo mismo para la diputación federal, pues esta se dará mas bien en las casillas de Colima y La Villa, por el tamaño de ambas ciudades.
La diputación del cuarto distrito, no se aclara. Las apuestas de todos los partidos se dirigieron a proponer a sus candidatos más grises y ninguna campaña prendió. Nadie tiene propuestas o mejor, una agenda legislativa. Una candidata me dijo hace unas semanas, que sí la tenía y que me la haría llegar, pero todavía la estoy esperando (y seguramente, me quedaré esperándola). La decisión quedará clara solo después del recuento de los votos. A algunos candidatos, ni los conocemos y de quienes sabemos quiénes son, mejor ni hablamos.
La Presidencia municipal ha sido trabajada por varios candidatos, aunque algunas candidaturas nacieron muertas. Al principio se creyó que Omar González partía con una ventaja importante por haber vencido a Lázaro Peña en los intentos por lograr el registro como candidato independiente, pero Araceli Carrillo comenzó a ganar fuerza mientras Omar González la perdía: El independiente de extracción panista dividía los votos azulones y unos iban con él mientras otros migraban al Partido Naranja (sí, ese que en vez de ideas tiene canción) y algunos más, permanecían fieles al PAN y en tanto, Araceli Carrillo sumaba. El punto de inflexión se produjo cuando Lázaro Peña decidió unirse al proyecto de Araceli y después de eso, ya nada fue igual.
Araceli ganó la elección desde ese momento.
Y es que, esa candidata presentó una propuesta congruente y realizable. En adición, resulta creíble porque logró conectar con todos aquellos que la escucharon y por si lo anterior fuera poca cosa, Araceli aprovecha esa avalancha que significa López Obrador para los candidatos de su coalición que ofrecen algo. Ella es una mujer producto del esfuerzo que ha sabido vencer, lo que se hubiera predicho sería su destino. Con esfuerzo y consistencia, se superó. Ahora muchos comaltecos piensan que esos logros personales le enseñaron a conseguir lo que pudiera parecer imposible. Por eso la apoyan y piensan que a Comala le irá bien con su triunfo. Se hizo rodear por una planilla y un equipo de trabajo que también han conectado con la población. Así, su triunfo se ubica más allá de la discusión.
La intención de voto reunida a su alrededor habla de votos razonados y de una esperanza que se renueva con una opción distinta, no con los partidos ni con los candidatos de siempre. También se dio cuenta que, si vende su voto, éste se encuentra pagado ya, y le quita opciones para reclamar el incumplimiento y las injusticias. Se llegó al límite y no se quiere más de lo mismo. Ahora se busca algo diferente y a Araceli la sienten como garante de las esperanzas colectivas. Por eso ganó desde hace unas semanas.
Hay candidatos que no tienen carisma y otros con prestigio de mentirosos. También hay poco conocidos y otros que no han trabajado suficiente para triunfar. Esos no pueden ganar. porque no pudieron convencer.
El que junta estas letras no se unió a ninguna campaña ni se encuentra ligado con ningún candidato. Es cierto que platiqué con más de uno y lo hice con cordialidad. Con otros no hubo oportunidad de hacerlo porque no se produjo comunicación alguna. Cierta candidata, por ejemplo, se concretó a pedirme que votara por ella, desde su camioneta, sin que se produjera un intercambio de ideas. Mi voto fue definido con los elementos que tengo puestos sobre la mesa. No por compromisos. No usé el hígado ni el corazón, sólo traté de poner en juego el razonamiento.
CON SAL Y LIMÓN hace un llamado a la reflexión. Si alguno de sus escasos lectores aún no define su voto, que lo haga con información y vote con la conciencia. Y claro, hay que salir a votar. Deseo que todos lleguemos a la casilla con una definición razonada. Los votos han de ser por aquellos candidatos que nos convencen y que sentimos que convienen a México, que convienen a Comala. Mucha suerte a todos. Que los mejores sean los electos.
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