EXPOSICIÓN DE OBJETOS ANTIGUOS SOBRE EL ORIGEN DE COFRADÍA DE SUCHITLÁN
Por Arturo González Valencia
El pasado 6 de marzo del presente año, la secretaría de la cultura del gobierno del estado inauguro el Programa “Mi Barrio Cuenta” en la biblioteca pública de la comunidad; dando principio con una mesa redonda sobre las tradiciones, costumbres, personajes e historia del lugar, así fue dado a conocer en comunicado de prensa.
A este lugar acudieron los pobladores a exponer sus objetos antiguos y hablaron sobre el origen de la comunidad ante una nutrida participación de la sociedad.
Eusebia Martínez y Doña María Guzmán comentaron que las niñas iban muy poco tiempo a la escuela, pues tenían que ayudar en las labores del hogar. Doña María comentó que tuvo diez hijos, todos nacieron en su casa, algunas veces asistida por la partera del pueblo y otras por su marido.
El pasado 6 de marzo del presente año, la secretaría de la cultura del gobierno del estado inauguro el Programa “Mi Barrio Cuenta” en la biblioteca pública de la comunidad; dando principio con una mesa redonda sobre las tradiciones, costumbres, personajes e historia del lugar, así fue dado a conocer en comunicado de prensa.
A este lugar acudieron los pobladores a exponer sus objetos antiguos y hablaron sobre el origen de la comunidad ante una nutrida participación de la sociedad.
Eusebia Martínez y Doña María Guzmán comentaron que las niñas iban muy poco tiempo a la escuela, pues tenían que ayudar en las labores del hogar. Doña María comentó que tuvo diez hijos, todos nacieron en su casa, algunas veces asistida por la partera del pueblo y otras por su marido.
J.
Isabel López, quien actualmente es el ensayador de la pastorela y
organizador del ritual de Los Paspaques en Cofradía de Suchitlán, dijo
que aunque antes la vida era más dura porque había menos recursos
económicos y comodidades y estaban más incomunicados, la ventaja es que
había más agua, por lo que se podía sembrar más y en ese sentido estaban
mejor.
Leobardo Martínez, uno de los vecinos de mayor edad y arraigo en Cofradía de Suchitlán, explicó que fueron seis familias las que, provenientes de Suchitlán, fundaron, a finales del siglo XIX la comunidad de Cofradía y poco a poco fueron llegando pobladores de otras localidades. “En ese tiempo las casas eran de zacate y cuando alguien quería cambiar su sitio de residencia, buscaba quién le ayudara a transportar su casa, por partes y se instalaba prácticamente donde deseaba, dijo, unos llevaban el techo, otros los horcones y los enseres”, explicó.
Comentó que no había ningún servicio, por lo que traían el agua en cubetas del arroyo, se iluminaban con lámparas de petróleo o gasolina, se curaban con hierbas y cuando requerían mayores cuidados se transportaban a Comala o Colima, ya fuera a caballo.
Al término de la mesa redonda, los asistentes pasaron a recorrer la exposición integrada por fotografías y objetos antiguos prestados por miembros de la comunidad. Especialmente llamaron la atención una “chitara”, utensilio que se utilizaba para desgranar las mazorcas. Consiste en un marco cuadrangular de grandes proporciones al que se fijaba una malla tupida tejida con correas de cuero. Esta armazón se montaba en horcones a una altura como de metro y medio. En la malla se colocaban las mazorcas que se golpeaban con mazos de madera y los granos caían en petas colocados debajo de la chitara. La que está expuesta fue elaborada por Don Eustaquio López Álvarez y Trini Rincón.
Leobardo Martínez, uno de los vecinos de mayor edad y arraigo en Cofradía de Suchitlán, explicó que fueron seis familias las que, provenientes de Suchitlán, fundaron, a finales del siglo XIX la comunidad de Cofradía y poco a poco fueron llegando pobladores de otras localidades. “En ese tiempo las casas eran de zacate y cuando alguien quería cambiar su sitio de residencia, buscaba quién le ayudara a transportar su casa, por partes y se instalaba prácticamente donde deseaba, dijo, unos llevaban el techo, otros los horcones y los enseres”, explicó.
Comentó que no había ningún servicio, por lo que traían el agua en cubetas del arroyo, se iluminaban con lámparas de petróleo o gasolina, se curaban con hierbas y cuando requerían mayores cuidados se transportaban a Comala o Colima, ya fuera a caballo.
Al término de la mesa redonda, los asistentes pasaron a recorrer la exposición integrada por fotografías y objetos antiguos prestados por miembros de la comunidad. Especialmente llamaron la atención una “chitara”, utensilio que se utilizaba para desgranar las mazorcas. Consiste en un marco cuadrangular de grandes proporciones al que se fijaba una malla tupida tejida con correas de cuero. Esta armazón se montaba en horcones a una altura como de metro y medio. En la malla se colocaban las mazorcas que se golpeaban con mazos de madera y los granos caían en petas colocados debajo de la chitara. La que está expuesta fue elaborada por Don Eustaquio López Álvarez y Trini Rincón.
Además
se exhiben otros implementos del trabajo de campo, como chiquihuites
para el corte de café, molino y desgranadora para el café, así como un
rastrillo para alinear el grano.
Con respecto a utensilios del hogar se encuentran planchas de carbón, tinajas, cántaros, bules, balsas, máquinas de manivela, una máquina de escribir, lámparas de petróleo.
También se exhiben vestidos de novia de Baudelia Rincón, de María Rincón Gómez y de María Isabel Fermín, de más de 30 años de antigüedad.
Otra parte interesante de la exposición la constituyen muñecos y máscaras de madera elaborados por Tomás Vicente y por Jesús Martínez Rincón.
Hubo personal de la dirección de cultura que ofreció visitas guiadas a los visitantes y alumnos de preescolar y de la escuela primaria de la comunidad, así como el área infantil de la secretaria de la cultura ofreció talleres y eventos artísticos alusivos a los temas expuestos en el programa “Mi Barrio Cuenta”.
Con respecto a utensilios del hogar se encuentran planchas de carbón, tinajas, cántaros, bules, balsas, máquinas de manivela, una máquina de escribir, lámparas de petróleo.
También se exhiben vestidos de novia de Baudelia Rincón, de María Rincón Gómez y de María Isabel Fermín, de más de 30 años de antigüedad.
Otra parte interesante de la exposición la constituyen muñecos y máscaras de madera elaborados por Tomás Vicente y por Jesús Martínez Rincón.
Hubo personal de la dirección de cultura que ofreció visitas guiadas a los visitantes y alumnos de preescolar y de la escuela primaria de la comunidad, así como el área infantil de la secretaria de la cultura ofreció talleres y eventos artísticos alusivos a los temas expuestos en el programa “Mi Barrio Cuenta”.
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