lunes, 30 de septiembre de 2013

Que suene la música en Comala

QUE SUENE LA MÚSICA EN COMALA; PERO CON RESPETO A NUESTROS VECINOS
Suena la música en Comala. Sí, que suene hasta que la pared se caiga, creo es alguno de los pensamientos de ciertos vecinos que gustan de la música a un volumen que comparten con todo el barrio.
No está mal que se escuche música en nuestros hogares o lugares de trabajo, lo que no es cortés es que sea fuera de los estándares audibles para el ser humano.
SI sabes que cierta frecuencia daña nuestros oídos y son irreversibles y estos malestares son por el uso frecuente con decibeles altos, lo que causa perdida en la audición?
Si lo sabes, se grato con tus vecinos.
Las quejas son frecuentes, tanto por los que escuchan y por los que ponen su mejor repertorio para complacencia personal.
Yo te doy la razón de tu libre expresión y movimiento en tu propiedad.
Pero también le doy la razón al que pasa, al enfermo, al vecino o al turista que se incomoda con el alto volumen de tu música estereofónica.
Cada uno de nosotros sabemos que molesta y que no, si tu falta de atención se suple con llamarla de este modo, bien por ti, mal para los que no somos de esa opinión; recuerda que tu libertad y derecho termina donde empiezan los de los otros.
Si tu libre expresión se manifiesta por la música, pues bueno, pero no compartas tu gusto con tamborazos y retumbes que hasta las ventanas “chillan”.
Las autoridades también nos ofrecen una solución pacífica para mejorar este inconveniente entre vecinos, pero solo depende de nuestra voluntad; pero cuando hay reincidencia existe un reglamento municipal que regula los sonidos en tiempos, espacios y lugares para escuchar la música y horarios; lo que trae por consecuencia a la infracción el pago de una multa, según el grado de la infracción.
Lo agradable de vivir, es convivir; mejorar nuestra estancia en este lugar llamado tierra, gozar de la grandeza de nuestros sentidos y motivarlos para un bien común.
Hoy yo te pido un favor como Comalteco y ciudadano de este país, modula tu volumen musical y entiende que nuestros derechos terminan, donde empiezan los del vecino, que no están de acuerdo con nuestras preferencias musicales.
Lo ideal es respetar el espacio de cada vecino y ser congruente con tus acciones, no pidas hablar bajito cuando tú eres el que grita.
Hoy Comala necesita más de ti, más de mi y vivir en convivencia sana y respetable.
No hagas diferencia de ser de los pocos que dicen hacer las cosas bien.
Aprende a ser de los muchos que hacen poco pero bien hecho.
Yo por Comala, si escucho mí música respetuosamente.













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