sábado, 14 de enero de 2012

Edición No 261 del 150112

ORÍGENES DEL SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN EN COMALA.

Por Profr. Rubén Jaime Valencia Salazar
Siendo Párroco de la Iglesia de San Miguel de Comala el Pbro. Francisco de Sales Vizcaíno inició sus visitas a la población el Reverendo Padre Germán Antonio Guerra, Misionero del Sagrado Corazón de María, activo Sacerdote  que quizá haya influido con el Párroco a fin de que  se edificara un nuevo templo en la población, en el famoso Barrio Alto.

Era el año de 1947, mes de Febrero, cuando Don Ignacio de Alba y Hernández, Obispo de la Diócesis de Colima concede la anuencia para la construcción del Santuario, los Sacerdotes entrevistan al señor José Brizuela Cosío, propietario de un gran predio que ocupaba la mayor parte de la cuadra Poniente, por la calle Hidalgo, entre Reforma y Pípila, la fracción solicitada era precisamente la esquina que formaban las calles Hidalgo y Pípila, colindando, por ésta con propiedad de la señora Gutiérrez Viuda de Fuentes, el predio era ocupado por plantaciones de árboles frutales, entre otros, de ciruela y nance. El señor Brizuela accedió al traslado de propiedad, aceptando, la cantidad de $2,000.00 como pago de la misma, ya que su valor era superior y le sería liquidado conforme la existencia de donativos de los fieles.
Durante el transcurso del mismo mes se constituyó el Patronato Pro-construcción, siendo integrado éste por el señor Vicente Zamora Velázquez, como Presidente, la señora Ma. De Jesús Figueroa de González, como Secretaria y el propio Párroco Vizcaíno se desempeñaría como Tesorero.
Al mes siguiente se contrataron los servicios del Maestro de Obra, Francisco Cruz Zamora y el auxiliar Víctor Olmos Pérez, quienes de inmediato iniciaron la obra, siendo auxiliados, como peones, por los jóvenes J. Jesús Zamora Fuentes, Luis Montes Fuentes y J. Jesús Carrillo Fuentes, sin que éstos percibieran ningún salario por sus servicios.
La edificación inicial fue de adobe con techos de madera y teja de barro.

Ocho años más tarde, en 1955, fue destinado el Pbro. Irineo Fuentes Fuentes como Capellán y fue entonces cuando éste se propuso y con el auxilio de los fieles fueron colocados castillos de varilla y concreto en los muros de adobe existentes y el techo de madera y teja fue suplido por concreto armado.
Otro maestro de obra que colaboró en gran parte hasta adquirir el estado de construcción que en la actualidad admiramos
Con el  transcurso del tiempo y el auxilio económico de los fieles este oratorio ha venido adquiriendo el estado de construcción que en la actualidad admiramos.









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