Hace ya unos días me puse a pensar en el valor del tiempo, en la rapidez con la que hoy en día vivimos y en el poco valor que les damos en muchas ocasiones a nuestros familiares, a la presencia de un amigo, una amiga, un abuelo, una abuela…
Mi pregunta es ¿Nos hemos puesto a pensar en la apreciación que le hacemos a nuestros abuelos? ¿A Nuestros padres? La vida es un reloj de arena, un reloj de cuerda, un reloj de batería, una batería que nunca se descarga… Si nos pusiéramos aunque sea un minuto a reflexionar las actitudes de los que nos rodean, como dicen aquí en Comala, “Otro gallo nos cantara” y es que con una sociedad tan acelerada como resultado de los medios televisivos, el Internet, el mundo laboral, el clima y el transporte hoy somos muchos los que llegamos a casa tan solo esperando descansar, no escuchar a nuestros hijos, al hermano, al papá, a la mamá… El problema va más allá de nuestras emociones, más allá de nuestro empleo o de nuestro hogar, el problema está en esa bomba, la bomba de tiempo que tarde o temprano explota y, que tristeza, pero ese familiar al que ignoraste, ese familiar al que muchas veces corriste, al que violentaste e incluso al que odiaste puede y, ¿Tú que vas a hacer? Pues nada, quedarte con los brazos cruzados, llorar todo el tiempo, vestirte de negro, ir a misa diariamente ¿Para qué? ¿Para qué si ya no están contigo? Hay que disfrutar a la familia hoy que están con nosotros, hay que darnos la oportunidad de escucharlos, de conocerlos totalmente, date un tiempo y siente lo que esa persona siente, somos seres humanos, racionales, emotivos, y todo el tiempo estamos en un constante desequilibrio, en el que quizá un día necesitamos de alguien a nuestro lado, alguien que simple y sencillamente llegue y te diga ¡Ánimo! ¡Yo estoy contigo!, o qué mejor, que tú seas ese ángel de ánimo para otra persona, y recuerda, hay que tener presente que si no encuentras quién te dé ese ánimo aquí en la tierra, en el cielo y en tu corazón siempre estará alguien que lo quiera hacer…
CATEQUESIS EN MOVIMIENTO.
Por Alejando Solis Espinosa
El pasado domingo 23 de Septiembre del año en curso los niños de Catequesis Infantil de la Cabecera de Comala a los que corresponden San Miguel, La Trinidad, San Antonio, Espíritu Santo y el Carmen llevaron a cabo la Procesión en honor y agradecimiento a San Miguel Arcángel, Patrono de nuestra parroquia.
El pasado domingo 23 de Septiembre del año en curso los niños de Catequesis Infantil de la Cabecera de Comala a los que corresponden San Miguel, La Trinidad, San Antonio, Espíritu Santo y el Carmen llevaron a cabo la Procesión en honor y agradecimiento a San Miguel Arcángel, Patrono de nuestra parroquia.
La peregrinación infantil dio inicio en la Cancha Techada de la Trinidad donde se reunieron padres de familia y niños junto con sus catequistas para partir así a las 8:30 al Templo Principal, o también conocido como la Parroquia de Comala.
Ambientados por sus catequistas y Coordinadoras con cantos de alegría y porras llegaron sin incidentes a la tradicional misa “De niños” que comienza a las 9 de la mañana donde el Sacerdote Manuel ofició una celebración con un templo lleno de futuro, lleno de esperanza con niños desde la puerta principal hasta el altar y por doquier.
Globos, pancartas y la escenificación de San Miguel contra Luzbel hicieron llamativa dicha celebración, al final una gran porra seguida de aplausos culminó la celebración infantil.
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