Ya nos cayó la noche y tu hermana, la burra canela, no llega, vete a buscarla, no sea que se haya ido con el puerco mordido, me dijeron que la vieron en el barrio alto, por donde viven los mayates, no te vayas a quedar a platicar con el calavero, es muy mentiroso y te va a entretener, sácale la vuelta, te vas por la calle donde vive el bule viejo, el que vive en frente del pedo loco, al otro lado de borucas, pero apúrate, mira nada más, no te has puesto ni los güaraches que te hizo el chango; vete con cuidado, en la casa de la mona peinada tienen un perro muy bravo, se me hace que se los regaló el chicle mascado, o aquel matancero, el que le dicen el pendejo baboso, ¡cuídate!.
Apa, no encontré a la burra canela, me dijeron que la vieron con la yelitos, allá por el barrio de la poma, las llevaba el chiripeto, el nieto de la sopa ligera, creo que también iba el marro, se detuvieron a comprar carne con el quijarudo, el sobrino del tacuache, como que iban para el rancho de los potrillos, el que está junto al rancho del tepés, tepés, el hijo de borucas, hermano del pescado seco y del chivo. La sigo buscando o quieres que te traiga un ponche de los que hace el zopilote rey, y de pasada te traigo un pan del gato.
Apa, otra vez fui a buscarla, me fui por la calle orillera y nada, primero llegué con las indias, las hijas del indio, de ahí me pasé con la becerra, ese me dijo que la vio junto a la casa del grillo, pasó por donde vive el sope de lodo., los chapatitos ni el polvo le vieron, llegó a la farmacia del povechito, pasó por la tienda del chocomilk de a peso, la picha encostalillada, contra esquina de los chivos; dicen que iba con el chicle mascado, el hijo de la silla peluquera, hermano del mono.
La vieron pasar por el colegio de las mulas prietas, frente al indio, se encontró con el billete de a peso, saludó a la pisa, el hermano del barril, dice mingo el Murcia que iba contenta, pinche burra canela, cambia de burro como cambiar de pañal cagado. Me cansé de ir por el barrio alto, llegué hasta la carnicería del terlenka, junto a la pollera, saludé al bule, encontré a la guitarra eléctrica y me dijo que iba voleteada para el jardín, apreté el paso para ver si la alcanzaba, ni siquiera vi al copiro, siempre está en la esquina de los povechitos, al otro lado del plateado, alcancé a ver a uno de los mayates, arribita de con el cara de guante, el hermano de polacas o el patafuchi, llegó a comprar chicles con la valija celestial, Cherotes estaba con su güero, el amigo del cornetas, la invitaron a pasar pero no quiso, la llevaba del chongo la cuisa, iban para los agüajes.
Mira apa, allá la trae el centavo en una carretilla, también viene la cuisa, el chilillo, coala, botia, pedotes, el perro del mal, la vela, rogelia, la mula, el cucaracho y la tortilla en el agua. ¿A dónde la llevas pinche centavo?, no la llevo, ya la traigo, no se quería venir.
Este cuento es producto de mi mente calenturienta y retorcida. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Salida la mercancía no se admiten reclamaciones.
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