El Comala de Hoy: Los Panaderos Comaltecos 2a parte y concluye del Profe Pepo

martes, 30 de enero de 2018

Los Panaderos Comaltecos 2a parte y concluye del Profe Pepo

LOS PANADEROS COMALTECOS

2ª parte y concluye

Viene de la edición anterior.

En esa panadería trabajaba Juan el Sapo, asociado con Jorge Valencia, el calavero, hermano de Rogelio Valencia, "el Chato", pionero en el cine de Comala, que por cierto pasaba puras películas “perrísimas”; después le siguió los pasos su sobrino "Hito el Mudo", de nombre Miguel, el hijo de “El Calavero”.

En cierta ocasión andaba "Hito" perifoneando una película nueva, se trataba de “Las mulas de Coolen Baker”, que se pronunciaba: las mulas de culen beiker, pero Hito decía “las mulas del culo prieto”.

Por las tardes, en un carrito destartalado recorrían las calles del pueblo anunciando las dos películas que exhibirían por la noche; el cine -un galerón largo-, con bancas fijas de madera en armazones de fierro empotradas en el piso de ladrillo, con la grande pantalla al fondo y el

proyector atrás- estaba al otro lado de donde vivía Vidal Carrillo, “La Papa, o el Tres en uno”, apodo derivado de que en un año que estuvo de Presidente robó lo que otros robaban en tres.

Ahí estaba el cine, abajito de la tienda de la "Chata Genoveva", los días de la función de cine vendía mucho, aunque también, en la bola, le robábamos mucho, aunque le ayudaba “Modesta la Gallina Culeca” en la atención a los clientes, esa Mode se portaba unas prominentes nalgas, daban ganas de darle una mordida, como a la manzana de Eva.

Por las noches, antes de que empezara la función, el Chato ponía canciones que se escuchaban hasta los Aguajes y el Barrio Alto, que junto con el Centro y el Barrio de el Piojo, eran los únicos barrios que existían. Anunciaba con música y viva voz que no tardaba en empezar la función de cine; una de las canciones que más repetía, bien me acuerdo, era la de Paso del Norte, la cantaba Antonio Aguilar, allá por la década de los sesentas y decía:

“Que triste se encuentra el hombre cuando anda ausenteCuando anda ausente muy lejos de su patriaMayormente si se acuerda de sus padres y su chataAy que destino, para ponerse a llorarPaso del Norte; Que lejos te vas quedandoTus divisiones de mí, se están alejandoLos pobres de mis hermanos de mí, se están acordandoAy cruel destino, para ponerse a llorarUuuyjaja, Adiós mi México, Adiós mi México”

Esa canción pegaba en el codillito, porque desde aquellos entonces los jóvenes se iban pa'l norte, dejando a las mujeres solas, carne pa' los leones. Pasaban por Ciudad Juárez, antes era conocida como Paso del Norte.

En esos años, a los mexicanos que se iban contratados se les conocía como “braceros”, porque iban a alquilar sus brazos, a falta de la mano de obra gringa que estaba ocupada en la Segunda Guerra Mundial, de 1939 a 1945.

También les decían “braceros” porque les calentaban la “pa'no chambiar” a las gringuitas solas, “sobre las olas” dijo Félix Montes; solas o acompañadas, los latinos son bien cotizados entre las güeras, y si no que le pregunten a mi hermano Ringo el que reparte hielo frío en Comala, trabajo que le heredó mi papá, Chabelo el yelero, padre de más de diez y de muchos policías, tenía pleito casado con la “cuicada”.

De la panadería de Juan el Sapo surgió el mejor de los aprendices, Adán el Gato; él se hizo famoso porque, después de hacer el pan, se iba a venderlo en una bicicleta, llevando un gran canasto sobre la cabeza y sin detenerlo con las manos, tenía un prodigioso equilibrio.

Primero llegaba a las mesas de los botaneros, después se iba hasta la vecina población de Villa de Álvarez, a unos seis kilómetros de Comala. Hasta estos días, Adán el Gato tiene la más moderna panadería de Comala, y su pan ya llega más allá de las fronteras del municipio, del estado y del país.

Entre otros muchos de los panaderos que han surgido de esas raíces fueron: Ramón Torres y su hermano David, su papá Chayín también fue panadero; Juan Velázquez Salvatierra, pariente de los Gallinos; Miguel Barajas, hijo de Miguel Barajas, primo hermano de Trini la Prieta y de Chuy la Zorra. Este Miguel Barajas, alias el Gello, estuvo muchos años trabajando en el norte en una panadería de Abel Montero, por cierto, lo pasó Edén Vargas Cruz, el famoso “Pata Larga”, así le dice su “Liona”, en esos entonces se dedicaba a la “coyoteada”, pero a Gello no le cobró la pasada. Abel Montero era esposo de una hija del primer masón de Comala, don Chuy Pérez el de la luz. Después le siguió los pasos Melchor Ortega, “San Martín de Porres”, fue casado con la Güera Orozco, quien fuera Reina de las fiestas de Comala -el puerco más feo se llevó la mejor mazorca, decía la vox populi-. “Chuy el Chupacoco” fue un buen panadero y boxeador, pero el alcohol se lo llevó pronto; junto con el “Peye y Chava Pulido” después, eran de los mejores ciclistas que ha habido en Comala.

Tantos y tantos comaltecos que aprendieron a hacer buen pan., desgraciadamente los insumos han ido perdiendo calidad; antes se usaban huevos de gallina de corral y natas para hacer el pan, se cocinaba en hornos de barro, calentados con estopa de coco o con leña; el pan duraba meses y seguía bueno, nomás se volvía a calentar y va pa' dentro, hoy ya no lo hacen como antes.

De los panaderos de Comala que me acuerdo son:

Panadería de Don Chemo Fuentes, Panadería de “El Leño” de Agustin Torres Fuentes” de “El Piojo”.

Agustín y Juan Carlos, hijos de Juan el Sapo, hoy la panadería de El Caballito

Los Peregrina, hoy La Guadalupana

Adán el Gato, hoy panadería La Trinidad

Chico Ortega, panadería Ortega, se inició con Pepe Barajas.

Gamaliel Verduzco Zamora.