El pasado domingo 22 de junio del presente año y previa invitación de nuestros amigos de la comunidad de Zacualpan, Rogelio Romero Máximo y Lucio Teodoro Peña hicimos acto de presencia en el rio del gran cañón Comalteco.
Dice un viejo refrán popular acorde a esta actividad, “El que quiera chacales, que se moje el cul…”. Aunque he decir que por la gran amistad de muchos años con estos amigos de la comunidad indígena, no me dan chanza de golpearme con la tarraya para ir a cazar estos crustáceos del lecho del rio grande.
He de agregar que el día de ayer sábado en un paseo que tuvimos a la comunidad de Lagunitas, nos acompañaron nuestro amigo Urbano Carpio Rincón y Lucio Teodoro Peña y llegamos a la casa de nuestro amigo Alberto Ayala López, quién al regresar nos acompañó para hacer unas compras en Colima. El asunto que también Alberto Ayala y su hijo del mismo nombre, que nos acompañaron a los chacales hoy domingo y en cuanto llegamos a Zacualpan, nos dimos cuenta que nuestros amigos Rogelio y Lucio ya tenían un buen costalillo con más o menos dos kilos de crustáceo recién atrapado de sus acachales y tarrayas. He de recordar que ayer sábado por la noche el Rio Grande bajo mucha corriente por la lluvia de la tarde y noche y se fueron desde la madrugada a cuidar y descolgar los acachales.
Pues en una casa de un amigo de ellos por la entrada a la comunidad les ofreció que ahí podíamos cocer nuestros chacales; a solo 20 metros una tienda con mucha fruta y verdura, así como unas cervecitas y un ponche de zarzamora que sirvió para hacer más placentero este opíparo alimento.
Arroz, cilantro, jitomate, cebolla, calabacita, papa y unas ramitas de epazote fueron las verduras que le dieron este sazonadísimo sabor a este riquísimo caldo de chacales.
Para agregar me comentaba Rogelio Romero Máximo que en la comunidad de Zacualpan existen 70 comuneros registrados que pagan su cuota a la autoridad para dejarlos trabajar el río en la pesca de este crustáceo y cada uno tiene mínimo 10 acachales y 5 de repuesto por temporada y el costo de cada acachal es de aproximadamente $ 1,500.00, aunque la gran mayoría los fabrican de otate y vejuco del cerro adjunto a la comunidad. Aclaró que esos son los registrados y amparados en el pago de sus permisos., aunque consideró que hay otros más que en forma furtiva realizan esta actividad., agrego que en esta actividad cada vez que baja corriente y descuelgan los acachales les da la oportunidad de comer con su familia este riquísimo caldo de chacales, así como fritos a la diabla o al mojo de ajo.
Me comentaba Urbano Carpio Rincón que no fue al caldo, porque él es uno de los organizadores de los próximos festejos patronales y charro taurinos anuales que se llevan a cabo del 16 al 25 de Julio. Que en su familia también tienen esa herencia de sus padres y que su hermano Esteban es el que administra y trabaja los acachales y que hoy domingo no, nos acompañaría porque estaría recibiendo los apoyos de la comunidad para la preparación de los próximos festejos. (Por Arturo Glez V.)
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