LAS ESCOBAS DE PATIO DE POPOTE Y GUINAR DE COMALA
Nuestro municipio de Comala es un pueblo con bastante arraigo en sus costumbres y tradiciones y estas se niegan en desaparecer, porque no obstante la modernidad seguimos viendo por los distintos rincones de este paraíso colimense todavía algunas personas que dan curso a esta sana costumbre de elaborar escobas de patio con diferentes materiales de ramas que encontramos en nuestros campos., y es la de producir escobas de patio para la limpieza de esas grandes casonas viejas que aún subsisten en el pueblo.
Pasando el mes de octubre y después de disfrutar una de las lunas más bonitas del año; corrían los años de 1965 o 1966, cuando mi abuelo paterno José María González Córdova tomaba la iniciativa de ir a los campos del pedregal y copalitos a cortar el material para fabricar las escobas, con las que se barrían los amplios corredores de las casas de Comala de ese tiempo., llenas de frondosos árboles (había aguacates, guamúchiles, chicos, mangos, guayabillos, anonas, tescalamas, wuicilacates, de café de moho y café de grano y muchos más)., y por esos días ya, habíamos terminado la jornada laboral del corte de hoja, amarrado los manojos y su traslado en las bestias hasta el lugar de las casas donde se construirían las pilas de hoja para dar de comer a los caballos, mulas, burros en la temporada de estiajes (diciembre hasta mayo del año siguiente).
Mi abuelo “Chema” les indicaba a sus hijos J. Cruz, Alfonso y Francisco González Amezcua a asistir al corte de escoba de “popote rojo” y güinar escobero, para armarlas y dejarlas secar en la sombra de los frondosos tamarindos del interior de sus casas.
Mi tío José González Velázquez, es hijo de la 2da mujer de mi abuelo “Chema” con mi abuela de crianza “Ma Félix Velázquez” y vivía con él en su casa, mientras que mis tíos Alfonso y J. Cruz vivía en casas pegadas a las de mi abuelo., uno, por el lado de abajo y otro en la parte de arriba; pero finalmente las 3 casas eran de la misma propiedad de mi abuelo; y mi padre vivía con mi madre y hermanos en un solar que mi padre le compró a Don Salomón Salazar Banda en frente por la misma calle Guillermo Prieto de aquí de Comala.
Según me cuenta mi madre Eva Valencia que, en ese tiempo, mi padre y mis tíos trabajaban con “Don Toño Aguirre Fuentes” y a él le pidió prestado para comprar el solar y le pagaron el dinero con mucho trabajo y siembras en terrenos de Don Toño, por lo cual están muy agradecidos por el favor recibido de su patrón.
Recuerdo que en ese tiempo muy temprano empezaba el desfile de campesinos de aquí de Comala, con sus bestias con rumbos distintos hacia el pedregal, resolana o a la parejita, otros íbamos más lejos, hasta el terreno de “Los Copalitos”; decía mi abuelo “Chema”, que porque allá estaban las manchas mas buenas de popote rojo y el guiñar escobero más alto y esas tenían mejor venta y la gente no regateaba tanto a la hora de venderlas.
Recuerdo que por 3 o 4 días se acarreaba el material para fabricar las escobas y después entre todos los viejos se ponían a armar y hacer las escobas y también recuerdo que se traían algunos troncos pesados para abrir el abanico de las escobas y se dejaban varios días a secar en la sombra de los tamarindos y una vez que mi abuelo veía que ya el abanico estaba seco, entonces se procedía a visitar las tiendas del pueblo para venderlas y si ya las tiendas les habían surtido, recuerdo que íbamos a ofrecerlas casa por casa y todas se acababan, porque en la mayor parte de las casas de este pueblo y del municipio eran con grandes corrales llenos de árboles que daban cobijo a las bestias de trabajo.
Hay que recordar que esos tiempos la actividad preponderantemente económica era agrícola y ganadera, entonces las bestias de carga eran como herramientas de trabajo para que las familias consiguieran el sustento diario y era común ver por todo el pueblo paseando a sus bestias y sus alrededores grupos de vaqueros, arrieros y campesinos que labraban la tierra con sus buenos animales para las distintas labores agrícolas.
Cuando no se terminaban de vender las escobas aquí en Comala y ya estábamos entrando en los fríos de febrero, recuerdo que nos mandaba a las esquinas de las calles donde mas se junta la gente, con bestias de cargas de escobas y de ahí le dábamos otra vuelta al pueblo y hasta que acabábamos de vender.
Por eso, cada ves que empiezan los cambios estacionales, llegan a mi mente gratos recuerdos de mi infancia y entre ellos, me veo en esa época, y con gran nostalgia recorro los campos que en aquel tiempo dieron vida a esas imágenes que me formaron al calor de esfuerzo diario para prepararnos en la responsabilidad de lo que hoy somos, y tratamos de dejar un legado de esfuerzo y preparación para nuestros hijos a enfrentar con sabiduría a la vida y mostrarles de que estamos forjados, donde con trabajo y la fe en Dios nuestro señor y nosotros mismos y con nuestro trabajo honrado salir adelante.
En estos tiempos de los primeros de noviembre , siempre tocan a mi pensamiento estas imágenes y me da gusto haber pasado por esta etapa de mi vida y con estos personajes familiares que a fuerza de mucho esfuerzo y trabajo hicieron de nosotros personas responsables con sus tradiciones y costumbres, que nosotros luchamos por que permanezcan, aunque el desarrollo social esta en contra nuestra por los avances tecnológicos y el deterioro ambiental.
Comala es un pueblo con mucha historia, donde parece que el tiempo se ha detenido, porque nuestra gente mantiene arraigada sus tradiciones y costumbres que heredaron de sus padres a hijos por generaciones., por eso en cada rincón de este suelo Colimense surgen grandes leyendas y donde los visitantes no dejan de apreciar esa belleza y encanto que tienen sus calles empedradas, sus barrios, el pulmón de este pueblo, como lo es "Las Huertas a un costado del río Tía Barragana"; sus longevas calles y preciosos paisajes naturales.
Por eso Comala tiene su magia y les invito a que estén al pendiente de otros recorridos que haremos donde mostraremos a todos nuestros seguidores otras de las bellezas de mi “lindo Comala”.
Recuerden que “Un pueblo limpio, no es el que mas se barre, sino el que menos se ensucia”.
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