LOS CRISTEROS DEL VOLCÁN DE COLIMA
Spectator LIBRO OCTAVO, Capítulo Primero “Cuando se perfilaba el triunfo (1929, enero a abril); Don Enrique Gorostieta. Magnifica Disposición del pueblo católico.
Viene de la edición # 550.
Y NOBLES VICTIMAS
El 7 de agosto de 1928, fueron presas por el general Heliodoro Charis las señoritas Dolores Maldonado e Isabel Pérez. A la primera no se le encontró como delito más que unas velas y unas imágenes de santos.
A la segunda una poca de ropa que ella arreglaba para vender y ganarse así la vida y que supusieron que era ayuda para los Cristeros. Ambas fueron remitidas a la Ciudad de México, en donde fueron internadas en los sótanos de la Inspección de Policía.
La noche del 12 de diciembre del 28, en el pueblo de Comala, fueron aprehendidas la señora Andrea Cisneros y sus hijas María, Josefa, Guadalupe, Angela y Victoria Ramírez. Todas fueron internadas en la cárcel del lugar y días más tarde remitidas a la prisión de Colima.
Por la santa Causa fueron aprehendidas en ese mismo pueblo de Comala, pocos días después, y remitidas a Colima, la señora Ramona T. viuda de Hernández, mamá de la señorita Mercedes Hernández; M. Carmen Cruz de López y Margarita Martínez.
El 16 de ese mismo diciembre, en uno de los carros del ferrocarril, yendo de Guadalajara a Colima, fueron aprehendidas tan sólo por sospechas, pues nada se les pudo comprobar, las señoritas María de la Luz Gutiérrez y Mercedes Santillán, de las Brigadas Femeninas. Ambas fueron obligadas a descender y se les internó en la prisión de Sayula.
Aun de entre las personas de la mejor sociedad colimense, hubo víctimas de la tiranía y así, entre otras, fueron aprehendidas, arbitrariamente como después se dirá y personalmente, por el presidente Municipal, profesor normalista Benjamín Ortiz, las señoritas Juanita Ochoa, Leonor Barreto y la profesora María Concepción Galindo. Estas son algunas de las que tuvieron la gloria de sufrir por la Causa de Cristo, y de cuyos sufrimientos se conserva el recuerdo en la sociedad; más el número exacto sólo Dios puede saberlo.
Continuará libro 8 capitulo 2
No hay comentarios:
Publicar un comentario