“BAÑANDO Y MANTEANDO 3 VECES AL PUTO; PARA
QUE LLUEVA”
Historias y anécdotas de “El Comala de Ayer”
Por Arturo González Valencia
Tengo la fortuna de contar con la amistad de
muchos amigos comaltecos y muchos de ellos pasan de las 8 y 9 décadas de vida,
de modo que ya se imaginarán el cúmulo de historias y anécdotas que hay en cada
una de ellos.
Afortunadamente los hijos de ellos, me han
distinguido con su amistad y muchos de ellos ven con buenos ojos que me acerque
a ellos a pedirles que me cuenten anécdotas chuscas que pasaron en sus vidas y
previa autorización compartirlas con ustedes apreciables lectores.
Regularmente visito a mi amigo Sergio
Rodríguez Covarrubias mínimo una o dos veces por semana, por la afición que tiene de leer el contenido de “El Comala
de Hoy” y siempre me recibe con un agradable saludo, en el cual me recuerda que
“somos Hermanos” de Santo Entierro de Comala. Organización que nos ha
identificado por más de 50 años; porque ahí hemos servido al “Señor”., como
soldados de cristo.
Entre platica y chascarrillos mi “hermano
Sergio”, me comento sobre un incidente que se suscitó en tiempos cuando fue
presidente municipal, mi tío; Arturo Valencia Bravo, mejor conocido con el mote
de “El Pedo Loco”. (1949 1º. de enero al 31 de diciembre 1951 y 1952 del 1º de
enero al 23 de diciembre 1954)
Prosiguió su charla, diciendo que, más o
menos en esta misma temporada, se detuvieron las lluvias y ante la falta de
estas, pues la gente no tenía trabajo y por las tardes se juntaban muchos mozos
y vagos
en las bancas del jardín principal de aquí de Comala. Entre ellos había
un grupo de jóvenes de ese tiempo, (El Chato Alcalá, José Ruiz, Ramón "El Aguarraz", esos
nombres me los pasó otra fuente.) y otros más que destacaban por ser tremendos, característica propia de la juventud y
entre ellos estaba uno, que era el “peor” y le llamaban Carlos y por apodo le
decían “El Chapotán”., y se preguntaban entre ellos: ¿Oye tu donde trabajas?,
¿No pues no trabajo y tú?, ¿tampoco?; y la razón que daban es que “no podían ir
a trabajar porque no llovía y no se podía cultivar la tierra” .
Entonces uno de ellos, inquirió: ¡¡Dicen que
bañando y manteando un puto 3 veces, llueve!!; pero dice otro: ¿Dónde vamos a
encontrar un puto; el que hay aquí en Comala, es Magaña y está en el rancho?; a
lo que terció el chapotán; en la casa de mi tía abuela Rosa González, esta mi
primo “Panchito”, para eso vivía con ella en el portal, donde ahorita está uno
de los restaurantes botaneros y como este tiempo era de vacaciones., pues
“Panchito” estaba de vacaciones de la escuela y se venía con su abuela a
ayudarle con los quehaceres de la casa en el portal.
Para lo cual, el chapotán les dijo a sus
vagos amigos; ¡¡¡Miren, yo me encargo de sacarlo de la casa y en cuanto esté fuera,
les hago una seña con el sombrero y se le apilan y yo corro y se lo llevan a
bañar!!!
Dicho y hecho, así sucedió, el chapotán
engaño a su primo “Panchito el puto”, lo sacó y una vez fuera, le cayeron de
montón y lo agarraron y se lo llevaron “manteado” hasta la bajada del basurero
que estaba por la calle Allende y agarraron la vereda para el arroyo del rio de
los chorritos a la altura de donde estaba “el bule” para arribita, que había
unos tanques hondos a un costado de la zanja y entre los 8 le dieron 3
manteadas y "zambutidas"(sic) al tanque al tal “panchito”, que angustiado, les
gritaba; ¡¡No me bañen, no me bañen, porque acabo de planchar y me va hacer
daño!!; pero los vagos mozalbetes no hicieron caso y terminaron su cometido y
después se fueron dejándolo en el charco, y con gran coraje se vino a su casa.
Por la tarde; “panchito” fue a ver al
presidente municipal a dar su queja, y le dijo: ¡¡Arturito, fíjate que unos
ingratos me bañaron y lo malo es que yo estaba caliente de planchar, a ver si
no me enfermo!! (Que afortunadamente no fue así), y el presidente contestó:
¿Quién fue panchito?, pues no conocí a ninguno, pero el que si puede saber es
mi primo el chapotan. Entonces el alcalde le llamó al comandante y trajeron al
chapotan y previa amenaza, de que si no delataba a los que intervinieron, él
pagaría la multa, fueron por los vagos causantes de ese incidente.
Posteriormente trajeron a la presidencia a
los inculpados y le llamaron a “panchito” para que los reconociera y el alcalde
inquirió. ¿Qué es lo que pides para los culpables panchito?, y con voz
parsimoniosa; ¡¡¡Que los encierren en la cárcel, para que no vuelvan a mojar
gente!!! Y así fue como esos 8 intrépidos jovenzuelos se quedaron a dormir en
la celda.
Pero, no contaban que para el anochecer, comenzó
a serenar, primero tranquilamente, posteriormente se tapó el cielo con un
grueso manto de nubes negras y antes de oscurecer, estaba lloviendo a cantaros;
desde el cerro grande hasta el volcán y otros cerros, tapado completamente el
valle de lluvia bonita por toda la noche.
Al amanecer del día siguiente, desde muy de
madrugada se empezaron a ver a todos los campesinos que cargaban sus bestias
con sus arados, palotes, cadenas y demás accesorios para iniciar a arar sus
tierras y el presidente municipal Arturo Valencia Bravo al llegar a la
alcaldía, mando traer a los presos a la oficina de la presidencia y a cada uno
le pregunto: ¿Cuánto ganas a la semana?, ellos le contestaron entre 12 y 15
pesos, entonces el alcalde saco 50 pesos para cada uno y les dijo; esto es por
el premio de haber hecho que lloviera y nuestra gente se vaya a trabajar al
campo, con esto se van a divertir hasta que se los acaben; pero con la
condición, de que si se daban cuenta que la lluvia se detenía se regresaran y
volvieran a bañar y mantear al puto, para que siguiera lloviendo bonito.
Así concluye nuestra historia de este día con
mi hermano Sergio Rodríguez Covarrubias. Si les gusto esta anécdota o historia
de El Comala de Ayer, pueden compartirla con otros para que se diviertan de las
ocurrencias de nuestros amigos comaltecos.
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