El Comala de Hoy: Orígen de la palabra "Longo" por el "Profe Pepo"

domingo, 30 de septiembre de 2018

Orígen de la palabra "Longo" por el "Profe Pepo"

EL ORIGEN DE LA PALABRA “LONGO” EN EL BARRIO DE SAN JUAN, LOS AGUAJES Y LOS PERSONAJES COMALTECOS

Profr. Telésforo Ramírez Montes.

Hace algunos ayeres, un amigo de este círculo de lectura, preguntó el origen de la palabra "Longo". Me di a la tarea de investigar en los barrios arriba mencionados y me ilustró Felipe “La Mema”, uno de los exportadores y comercializadores de mayor relevancia en Comala. Creo que quien preguntó fue nuestro mutuo amigo Tomas Rosas Flores y vecino de Arturo González Valencia del barrio de los aguajes.

La palabra longo se empezó a usar en El Barrio de San Juan y se extendió posteriormente por su cercanía al de “los aguajes”. El primero al que se le escucho o que se cree, que la puso en práctica, fue “El Sebas”, hermano de la Cuisa, “del Chirro”, Angelina, Domitila, Rafael y Pera, son los que recuerdo. Estos hermanos, no sé si algunos más, eran hijos de una señora delgadita y flaquita llamada Doña Herminia y Don Cesareo Alvarez, vivían en el Barrio de San Juan.

“Longo”, palabra que se usaba para denotar que alguien era fuerte, grande o poderoso, y por ende, si era de los más poderosos le decían "longón", algo más que "longo".

Quienes más usaban esta palabra era un selecto grupo que terminó sucumbiendo bajo las garras del alcoholismo; vicio al que nadie le ha ganado una batalla.

Entre otros muchos de los integrantes de este sufrido grupo, estaba, “El Saucedo”, dicen que a Saucedo le cabían diez centenarios acomodados a lo largo, una tras otro, en la superficie del pene, "vivía lejos", no lo busquen ya se murió; otro era “El Centavo”, hombre moreno y bajo de estatura, una de sus particularidades era que usaba una carretilla para llevar a pasear al panteón a los que se quedaban dormidos por los efectos de la borrachera, los llevaba al panteón para ocultarse de miradas indiscretas, porque les "correteaba la lombriz", cuando el interfecto en cuestión despertaba ante los vaivenes de la carretilla, le preguntaba al Centavo -¿a dónde me llevas?- tranquilamente el Centavo le contestaba -no te llevo, ya te traigo-; otro de los contertulios y asiduos integrantes era “La Cuisa”, hermano de Sebas, del “Chirro” y, había otro consanguíneo llamado Rafalel, apodado “El Gallo Alaquín”.

Pera, hermana de Sebas y de la Cuisa, era muy célebre y claridosa. A muy temprana edad contrajo nupcias y le dio el uso adecuado a su órgano reproductor, pronto quedó embarazada, si mal no recuerdo estaba en el tercer o cuarto embarazo, como en el octavo mes, a punto de parir. Estaba parada a la entrada de la casa de “Choco la Poma”, al otro lado de la tienda que tenía en la esquina, nadie me lo platicó yo estaba ahí visitando a “Choco la Poma”. Parada estaba en el quicio de la puerta, viendo pasar a los que iban a los Aguajes o de regreso al centro, somos como las hormiguitas, unos van y otros vienen, así se entretienen; de repente, ve venir al Padre Irineo Fuentes, entonces párroco de la capilla de la Trinidad., venía el cura de la capilla e iba hacia su casa situada a unos metros del jardín principal por la calle de en medio, venía caminando por la banqueta, por un lado de su bicicleta, la llevaba por el lado derecho, tomada de los manubrios, como venía por la banqueta de la casa de Choco la Poma le tocó pasar al pie de donde estaba Pera parada con su prominente panza, a punto de reventar; al pasar le dice el cura -Pera ¿otro?- ni tarda ni perezosa le contesta Pera -qué le importa viejo hijo de su chingada madre, dese a respetar para que lo respeten- y el cura apretó el paso y se fue muy despichadito, no hubo respuesta.