LOS CRISTEROS DEL VOLCÁN DE COLIMA
Spectator LIBRO SÉPTIMO, Capítulo Noveno La primavera del movimiento (1928 -mayo a diciembre),
sigue “NUEVO COMBATE EN COMALA” Viene de la edición # 539
NUEVO COMBATE EN COMALA
El mes de noviembre fue pródigo en pequeños combates. En la zona del oriente, invadida por los enemigos, casi a diario se registraron pequeñas escaramuzas.
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| Despues de la amnistía volvieron a reunirse las familias; ya que el gobierno callista enfrento a hermanos vs hermanos y a Padres de familia vs sus mismos hijos, por la defensa de la fé y de la practica de su religión católica. |
Siguiendo su especial sistema de guerrillas, los libertadores no descansaron, fustigando y azotando las filas callistas.
En el Estado de Colima hubo un combate muy fuerte el día 7.
En el campo cristero, se había recibido aviso de que en los primeros días del mes, saldría una recua con provisiones de boca, de Colima a San Antonio, bien escoltada por soldados callistas.
Esta era una ocasión muy buena para dar al gobierno un golpe duro y, de común acuerdo los jefes del 2° y 6° regimientos del Ejército Libertador, de los generales Miguel Anguiano Márquez y Andrés Salazar, respectivamente, se formó un contingente de ochenta y cinco hombres, al mando directo de los coroneles José Verduzco Bejarano y Víctor García.
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| Aquí el Coronel José Verduzco Bejarano, quién se ordeno sacerdote despues de haber concluido la guerra cristera y posteriormente como Canónigo |
Este contingente se apostó en terrenos de Cofradía de Suchitlán para esperar al enemigo.
Allí estuvieron en paciente espera todo el día 6, pero el enemigo no se presentó.
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| Cristeros reunidos con federales en paz una vez que se les otorgó la amnistía |
Calculando los cristeros que aquella espera de todo el día, podía haber llegado a conocimiento de los callistas, por algún espía de los que no faltan en ninguna parte, resolvieron retirarse a esperar al enemigo más adelante, haciendo el camino durante la noche del 6 al 7, hasta llegar al lugar denominado El Campamento, ya en las cercanías de Comala.
En este lugar, el camino sube flanqueado por dos arroyos que abarcan un campo más o menos amplio y allá, adelante, una cerca de piedra que cruza el campo.
Esta cerca tomaron los cristeros como parapeto y, al mismo tiempo, se ordenó que una parte de aquel contingente, se adelantara y, ocultándose del enemigo, lo dejara pasar.
Poco antes de las diez de la mañana, el centinela dio aviso de que se acercaba el gobierno; se corrió la voz y todo mundo se colocó en su puesto de combate.
En efecto, los callistas, soldados del 90 Regimiento, al mando del coronel Reynaldo Pérez Gallardo, en número de ciento treinta, escoltaban una buena recua cargada de mercancía.
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| General Andres Salazar Gutierrez, en su casa de Comala con dos de sus hermanas. |
Caminaban con mucha cautela. Avanzaban un poco y se paraban y volvían a avanzar, desconfiando de tanta quietud y silencio.
Continuara; CUANDO LOS CALLISTAS...
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