MI LINDO COMALA, ¡¡QUE HUELE A BIENVENIDA A NUESTROS VISITANTES E HIJOS AUSENTES!!
Mi lindo Comala, ¿Como no te voy a querer?; si
fui engendrado en este pedacito de paraíso terrenal y traído a este bello
rincón del suelo Colimense. En este pequeñísimo punto del mapa de nuestro
territorio mexicano. Comala es un pueblo mágico, porque su gente y espacios
tienen la magia de dejarlos atrapados, viviendo una vida de ensueño, que es tan
tuyo amigo visitante si te dejas querer por nuestro entorno y espacio.
En
comala, casi todos vivimos un dilema; porque la gran mayoría no abandonamos esta
linda tierra, que huele a campo, esfuerzo, sudor por el trabajo y son pocos los
que salen y rompen el cascarón y una vez que se fueron; abren sus ojos a un sol
distinto que solo existe al otro lado de nuestros cerros y montañas.
Para
lo que por azares del destino salen de este rinconcito mágico, es una
oportunidad de vida, pero también es un adiós al pueblo que te vio crecer. Porque para los que decidimos quedarnos, ya
no hay forma de salir; y si decides salir, para donde vamos, nuestro Comala va
con nosotros y vive dentro de nuestros más íntimos pensamientos y acciones.
En
este lindo Comala se respira un aire diferente al de otros lugares. El o la calor,
no hay cómo negarlo, te golpea con la misma intensidad, pero aquí, se respira a
hogar comalteco, que por este mes de diciembre te llega un aroma a chan, que
baja de nuestros montes y lomas. Huele a ese Comala que te acoge y te hace
sentir entre el abrazo de mamá y te lleva nuevamente a ese maternal sentimiento
de cariño y comprensión fraterna.
Nuestro
Comala, es un mundo diminuto, pero grande en sentimientos fraternos por los
amigos que nos visitan y el regreso de aquel hijo ausente, para recordar sus
tiempos de dicha por este paradisiaco lugar.
Recordar
y reflexionar con aquel ser humano que te hace estremecer resulta ser la amante
de la que fue tu mejor amigo en primer año de preescolar, cuya madre, por
cierto, es la primera persona que encuentras al momento en que tus pies tocan
la calle; y en la siguiente esquina de nuestro pueblo te encontrarás a quien
menos deseabas saludar. Comala pequeño
pueblo, pero con mucho amor filial.
Lo
verdaderamente mágico de este pueblo es que nuestra naturaleza es prodiga;
porque para el norte, sur, este u oeste, tenemos paisajes bellísimos que llenan
tu alma de sentimientos nobles y fraternos.
Nuestras
calles empedradas encierran el bullicio de nuestra gente, las casas con música alegre
que acompañan los quehaceres de las madres de familia, las construcciones
enmarcan cuadros propios para películas de los pueblos mágicos y nuestras y
barrancas sembradas con huertas de cafetales, las lomas y cerros que rodean el
municipio cubiertas de plantas silvestres de bonetes y árboles frutales llenos
de pájaros de mil colores diferentes, que con sus trinos dan gracias al ser
celestial por el alimento que reciben en las diferentes épocas del año y que
decir de los volcanes, tenemos al coloso de fuego y de nieve que en las tardes
frías de diciembre nos dan imágenes que son una delicia a nuestras pupilas y
muchas cosas.
En
Comala, si buscas a alguna persona por su apellido, difícilmente vas a
encontrar quien te de señas donde encontrarlo; pero si conoces su apodo, todo
mundo te dirá donde vive y hasta con quien se junta, así como lo horarios en
que lo podrás encontrar.
En
nuestro pueblo llegas más rápido caminando a cualquier parte; que si dejas tu vehículo
en casa o si buscas estacionamiento, y ese es un obstructor visual del entorno
de nuestro pueblo, que arruina la postal del paisaje adornado por vehículos.
Quienes
llegan a nuestro Comala, por el jardín principal se respira el viento fresco
que viene de las huertas de café de la barragana, el paisaje del Kiosko del
zócalo municipal, el centro de la rosa de los vientos te indica la dirección
del aire.
En
el kiosko los domingos de cada quince días, la banda infantil y juvenil del
ayuntamiento por las tardes tocan melodías, donde los aprendices filarmónicos van iniciando su labor y empiezan a tomar callo y embocadura para la tarea de
alegrar y amenizar eventos sociales en el futuro.
A
sus alrededores, los restaurantes y botaneros en los portales y al medio día,
el aroma de un pepino con trocitos de lomo y un ponche de granada, uno de los
puntos turísticos del pueblo mágico de Comala. Conservando la unión del clero y
el gobierno del pueblo, la Presidencia Municipal postrada en frente de la
parroquia de San Miguel del Espíritu Santo. El Centro Cultural Juan Rulfo con
exhibición de obras artísticas plásticas destacando “El Llano en Llamas del Profr
en artes plásticas comalteco Manuel Bautista Fuente”.
Aunque
eso que llamamos zócalo municipal o centro histórico, que se convierte en “histérico”
cuando por eventos culturales o bailes populares cierran la única salida del
pueblo a la carretera y el pueblo queda encerrado con un tapón vehicular.
Éste
es mi lindo COMALA, pueblo mágico. Un pueblo que dejo de ser rancho y al paso
que vamos por el crecimiento urbano, ya casi se convierte en ciudad; pero nos
negamos a admitirlo.
En
nuestro pueblo vivimos familias que tratamos a los visitantes bien y esperamos
al mismo tiempo reciprocidad.
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