FESTIVIDADES DE DÍA DE MUERTOS O HALLOWEEN; LA CELEBRACIÓN, ES CUESTIÓN PERSONAL.
Una de las más antiguas y más celebradas tradiciones mexicanas, sin duda alguna es el Día de Muertos.
El 1 de noviembre es dedicado al alma de los niños y el 2 de noviembre a la de los adultos. En estos días el pueblo mexicano tiene la creencia que las almas de los muertos regresan a sus casas para visitar a sus familiares, aunque no se ven entre sí, se siente su presencia y esto nada tiene de tenebroso., es más, es bien tranquilo y agradable.
La hospitalidad del mexicano se deja ver nuevamente en esta fiesta de alegría, en la que se busca deleitar y satisfacer a los fieles difuntos que llegan a visitar a sus familias, tanto niños y adultos, parientes y amigos, con todo aquello que en vida era de su gusto y de su agrado, esto se logra a través de la puesta de altares y ofrendas para que lo gocen y, que su breve visita sea placentera.
Dada la gran penetración en la sociedad y por los cambios sociales que se presentan en los diferentes estratos sociales existe gran controversia para celebrar estas festividades.
Vamos analizando por partes, en primer lugar el Halloween o noche de brujas, es una costumbre que no es para nada mexicana. En cambio es en otros países en donde la noche de brujas cobra un significado distinto, al pedir un dulce y si no se recibe se hace una travesura. Algunas veces quienes lo "celebran" no saben exactamente lo que es, y lo siguen solo por imitación o diversión.
El origen del Halloween viene de los celtas, quienes habitaban en la Gran Bretaña y cada 31 de octubre, por la noche se dedicaban a honrar a Samhain, también llamado “el caballero de la muerte”.
También no podemos dejar de lado todo el despliegue de mercadotecnia que invita al consumismo que propicia y aprovecha las oportunidades para hacer negocios, sin importar cómo. Un gran porcentaje de la población honrará a sus fieles difuntos, actividad que genera una gran derrama económica, que se obtiene por el turismo nacional y local, altares, ofrendas, veladoras, calaveras de azúcar, calacas, golosinas, visita a panteones, cempasúchil y otras flores, pan de muerto, papel picado, copal, etc.
Finalmente el Día de Muertos con los altares, es una festividad para honrar a quienes ya no están entre nosotros, pero a quienes no olvidamos y conservamos en el corazón.
En la costumbre celta los muertos volvían, en la noche de halloween a pedir alimentos a los asustados pueblerinos a quienes maldecían y hacían víctimas de sus conjuros si no accedían a sus peticiones.
Dos festividades que no tienen nada que ver una con la otra, pero que a la fecha, son celebradas por niños, jóvenes y adultos. El halloween sirve de diversión, mientras que el Día de Muertos tiene un trasfondo totalmente cultural y tradicional.
El celebrarlo, es pues una cuestión muy personal.
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