martes, 13 de enero de 2015

Los Cristeros del Volcán de Colima, "Como en tiempos de Nerón"


COMO EN TIEMPOS DE NERON
Y lo que en Colima pasaba, de igual manera sucedía en toda la nación: Plutarco Elías Calles como Presidente de México, con Adalberto Tejeda como secretario de gobernación, dirigía la campaña nacional, extremando los procedimientos tiránicos. Los sótanos sucios, inmundos y húmedos de las prisiones, principiando en la ciudad de México, se llenaban día a día de creyentes y aun de sacerdotes que eran maltratados y golpeados, aun simplemente por el hecho de que algo, en su traje o porte exterior, les distinguiese como sacerdotes.
En muchas partes las exigencias se hicieron monstruosas y ridículas al grado de que se castigase con el destierro y aun con la muerte no sólo al Sacerdote a quien se descubría celebrando la Misa y oyendo Confesiones, sino a las personas que oían la Misa o se confesaban.
En todas partes, en todos los Estados de la República, se clausuraban edificios e instituciones católicas: los niños de los orfanatorios sostenidos por instituciones piadosas eran arrojados a la calle, sin que nadie se preocupase por su suerte, a no ser que una u otra familia buena, recogiera y adoptara ya a uno, ya a otro, de aquellos a quienes el régimen de la revolución mexicana arrojaba a la desgracia.
Los hospitales católicos eran arrancados, de igual manera, de las manos e instituciones que los sostenían; su patrimonio robado y los enfermos abandonados en manos de meretrices y empleados irresponsables y sucios en sus procedimientos. El Crucifijo de las salas de los enfermos llegó a hacerse pedazos a patadas y ... en nombre de la libertad de pensamiento, aquellos salvajes hacían que quedaran abandonados los dolientes, en la mugre e inmundicia, sin el consuelo de la Religión.















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